El Logroñés acaricia la UEFA y dice adiós a Romero
El 26 de julio de 1989, el CD Logroñés presentó su plantilla para la nueva temporada con el reto de consolidarse en Primera División, pero, bajo las órdenes de José Luis Romero, no solo consiguió su objetivo, sino que, en la última jornada de Liga, estuvo a punto de clasificarse para jugar la Copa de la UEFA. “La historia no se puede cambiar”, me cuenta Romero desde Málaga. “Esa fue la mejor temporada del Logroñés”.
“Casi todo salió a la perfección”, continúa. “Fue una temporada muy distinta a todas las anteriores. Había jugadores muy buenos, que dieron un rendimiento extraordinario”, mientras que él fue nombrado mejor entrenador de marzo por la Cadena COPE y Whisky Bell’s. “Logramos hacer un gran equipo y jugar un buen fútbol, con el apoyo de una magnífica afición, que llenaba el campo casi todos los domingos”.
“Me hubiera gustado entrar en la UEFA, a pesar de que sabía desde diciembre o enero”, revela, “que Marcos Eguizábal ya tenía firmado un nuevo entrenador para la temporada siguiente”. Paradójicamente, tras la excelente clasificación, el Logroñés prescindió de él. A la hora de negociar su renovación, el presidente le estuvo dando largas y, diez días después de que anunciara que se iba harto, presentó a David Vidal.
Luego, en una entrevista en julio, su sustituto admitía: “Todo surgió a raíz de una conversión que tuve con Eguizábal en las Navidades (de 1989) cuando estuve jugando aquí. Hablamos bastante y vio en mí algunas cualidades de carácter y como entrenador, y se decidió por mí”. “Las cosas se saben”, concluye Romero, “y no por eso dejé de intentarlo y conseguimos lo que conseguimos. Fue la temporada más exitosa”.
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