Fernando Arnedillo fue un histórico ojeador del CD Logroñés, que, entre 1968 y 2000, estuvo más de 25 años haciendo informes sobre sus rivales y los posibles fichajes, lo que le dio prestigio. Según Román Galarraga, era “un informador de Primera División” cuando el club aún jugaba en Tercera. A lo largo de esas tres décadas, fue como un Guadiana que desaparecía del organigrama técnico para aparecer tiempo después.

El 12 de julio de 1995, el CD Logroñés anunció el fichaje de Vicente Uriz, un centrocampista navarro de 24 años que había jugado la temporada anterior en el Levante UD a las órdenes del entrenador Juande Ramos, que se lo trajo con él al club riojano. Aquí dio un gran rendimiento. Fue pieza clave en el ascenso del equipo a Primera División en 1996, debutó en la máxima categoría y jugó seis temporadas (1995-2000 y 2003-2004).

Multitud de cenas homenaje se sucedieron con motivo del ascenso del CD Logroñés a Segunda División en 1966. Según el periodista deportivo Esteban Prudencio Alcalá, “aquello era un hervidero de entusiasmo que asfixiaba el corazón”. El 21 de junio de 1966, tal día como hoy hace 55 años, el conocido sastre Antonio obsequió a los jugadores, entrenador y directivos blanquirrojos. Dos días después, lo hizo el popular Bar Bilbao.