El Logroñés ficha al 'Pichichi' de Tercera por casualidad
Mis primeros recuerdos del CD Logroñés se remontan a la temporada 1978-1979, con nuestro equipo recién ascendido a Segunda División B de la mano del entrenador Luis Aloy y con un fichaje de relumbrón: el delantero del Guernica Miguel Ángel Lotina, de 20 años, pelo rubio y buena planta (1,81 metros), que, siendo el máximo goleador de Tercera, con 22 tantos, paradójicamente, no estaba en la agenda del club.
“Yo vine aquí por casualidad”, me cuenta, “porque Aloy mandó a Fernando Arnedillo a Guernica a fichar a Primi. Y cuando regresó, le dijo: ‘Míster, al que hay que fichar es a Lotina, que es mejor y marca más goles’”. Dicho y hecho. El 6 de junio de 1978, se convirtió en jugador blanquirrojo y, el 3 de septiembre, debutó ante el Tenerife (0-0) en el primer partido de Liga, al sustituir al argentino Iglesias en el minuto 70.
Lotina ya tenía entonces ‘una clase envidiable’, según la prensa. El 23 de abril de 1978, jugó en Las Gaunas y adelantó al Guernica (2-1) en el marcador. “Aquel día”, relata, “nos acompañaron en el autobús las mujeres y novias, y estuvieron dando una vuelta por Logroño antes del partido. Luego, me contó Ascen, que entonces era mi novia y hoy mi mujer, que todas echaron una moneda a una fuente para volver”.
“Todas”, dice creando el suspense, “menos ella”. “Le parecía que Logroño estaba muy lejos y ¡mira dónde acabamos! Aquí seguimos empadronados y siempre hemos estado a gusto”. Por aquel entonces, Lotina compatibilizaba el fútbol con su trabajo en la fábrica de material eléctrico Arteche, de Munguía, donde cobraba 25.000 pesetas al mes (150,25 euros). El Logroñés lo fichó por 750.000 pesetas (4.507,59 euros).
Comentarios
Publicar un comentario