El dentista de la delantera de los 120 goles
El CD Logroñés logró el tercer ascenso de su historia a Segunda División en la temporada 1969-70 con la mítica delantera de los 120 goles. Así pasó a la posteridad, pero, en realidad, fueron más, pues, a los 120 tantos de la Liga, habría que sumarles los seis marcados al Hércules en los tres partidos que hubo que jugar en la promoción de ascenso: 1-1, en La Viña; 2-2, en casa, y 3-1, en el desempate del Santiago Bernabéu.
En aquella delantera sobresalía el irundarra Agustín Amantegui, por su estatura (1,82 metros) y su olfato goleador. “Fue una temporada muy buena”, me cuenta desde Pamplona. “Caían los goles con facilidad, porque se jugaba muy bien. Al ataque y buscando la portería contraria. Con verticalidad. Era el fútbol clásico. Por las bandas. Con pases y remates. Era nuestro fútbol. Creo que Galarraga nos llevó muy bien”.
Amantegui fue el máximo goleador de la Liga, con 30 tantos. Por aquel entonces, alternaba el fútbol con sus estudios de Medicina en la Universidad de Salamanca. Aquello tensó sus relaciones con Cesáreo Remón en la temporada 1970-71. “Yo tenía 30 años”, prosigue. “Estaba al final de mi carrera deportiva. El presidente no me dejaba ir a examinar. Me puso todas las trabas del mundo, hasta que me fui”.
El 21 de mayo de 1971, abandonó el Logroñés y, tras acabar la carrera y hacer la especialidad de Estomatología, trabajó de dentista cinco años en Salamanca y 33 en Pamplona, en su propia clínica, hasta su jubilación a los 74 años. “Al final”, concluye, “nos reconciliamos. Remón vino a verme a Baracaldo cuando yo jugaba en el Salamanca. Luego, fui yo a visitarle a Logroño y estuvimos en ‘Las Cañas’ como si tal cosa”.
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