El CD Logroñés no dio la talla en la temporada 1970-71 y tuvo que jugarse el descenso a Tercera División frente al Cartagena a doble partido. El 12 de junio de 1971, cuando los periodistas le preguntaron qué iba a hacer nuestro equipo al día siguiente en el primer encuentro de la fase de promoción, Galarraga no se anduvo con rodeos: "Ganar, por supuesto. Y marcar cuantos más goles mejor".

El técnico acertó en su pronóstico. “En Las Gaunas ganamos fácil”, me cuenta Berasategui desde Tolosa (Guipúzcoa). Un contundente 3-0, con dos goles de Goicoechea y uno suyo, puso la eliminatoria de cara para el Logroñés, que perdía a Hernáez por lesión y aún no era consciente de lo que se iba a encontrar el día 20 en tierras murcianas en el partido de vuelta. Más de 300 seguidores acompañaron a nuestros jugadores.

"Aquello fue una encerrona”, continúa. “El partido era a las cuatro de la tarde y hacía un calor espantoso. El campo era de gravilla, estaba muy seco, y la pelota botaba mal. Fue un compromiso muy difícil y sufrimos mucho para salvarnos, a pesar de la ventaja lograda en casa”. A falta de dos minutos, el Cartagena estuvo a punto de empatar la eliminatoria, pero, al final, consiguió un 2-0 insuficiente para evitar el descenso.

“Lo peor”, me comenta, “es que la humedad aumentaba la sensación de bochorno y, al descanso, nos cortaron el agua fría de las duchas. Nos metimos como locos a los vestuarios para refrescarnos y solo había agua caliente”. Al término del partido y ya de regreso hacia Albacete, Berasategui y Larrañaga sufrieron mareos y vómitos a causa de la insolación. El Logroñés conservó la categoría, pero le costó sudores.