Las Gaunas se queda a oscuras una hora y cuarto

Vivo con estupor el peor apagón eléctrico de la historia de España, que el pasado lunes afectó a Logroño durante cinco horas y del que aún no se saben las causas, y me acuerdo del día en que el viejo campo de Las Gaunas se quedó a oscuras, a causa de la avería de un transformador. Fue el 31 de enero de 1990 y el partido disputado entre el CD Logroñés y el Sevilla FC (2-1) debió de empezar con una hora y cuarto de retraso.

El apagón se produjo un minuto antes de iniciarse el encuentro y el colegiado Valdés Sánchez estuvo a punto de suspenderlo. Al final, se jugó con sólo cuatro torretas de luz encendidas; “como en los mejores tiempos de Segunda División”, en palabras del periodista Toño del Río, “cuando casi había que acudir a Las Gaunas con linterna”. Quique Setién y Rosagro fueron los autores de los goles del equipo blanquirrojo.

Sin llegar a quedarse a oscuras, recuerdo otro partido en que el Logroñés jugó “a ciegas”, tal y como tituló el diario 'Marca' en su portada el 30 de diciembre de 1990, a causa de la niebla. Al inicio de la segunda parte, el árbitro Taboada Soto detuvo el juego contra el Club Atlético de Madrid (0-1) durante seis minutos y luego, sin que nada cambiara, ordenó que siguiera ante el clamor de la grada: “¡No se ve, no se ve!”

Precisamente, la falta de luz llevó al intrépido presidente Cesáreo Remón a colocar un nuevo alumbrado eléctrico en Las Gaunas en 1969 por tres millones de pesetas (18.030,36 euros) para poder disputar encuentros por la noche. Indudablemente, de aquello se recuerda más el resto de las obras que se hicieron a caballo entre los años 60 y 70: la muy polémica tala de árboles y la construcción de la tribuna de general.

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Autor

Javier Caballero Wangüemert

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