Ayer falleció en Zaragoza a los 73 años de edad Manolo Villanova, que fue un portero de fútbol aragonés de los años 60 y 70, estrechamente vinculado a La Rioja, porque aquí jugó en el CD Logroñés en Tercera División entre 1962 y 1964 en los inicios de su carrera y echó raíces, al emparentar con la familia del popular Bar La Chatilla de la calle del Peso. Además, fue una figura clave en la historia del Real Zaragoza.

Nació en Zaragoza el 27 de agosto de 1942. Formado en la SD Arenas, decano del fútbol aragonés, vino al CD Logroñés con 19 años. En aquel tiempo, el equipo riojano tenía la vista puesta en el ascenso a Segunda y se había reforzado con jugadores tales como Antonio Hidalgo, Juan Arandia o Luis María Aguirre, pero no fue capaz de superar el tercer puesto de la clasificación, ni de dar el ansiado salto de categoría.

Entre 1962 y 1964, disputó diecinueve partidos con el CD Logroñés y encajó 24 goles, aunque tuvo gran competencia con Emilio Álvarez: un histórico guardameta blanquirrojo. Aquí se moldeó bajo los palos, antes de destacar en Primera como portero del Real Betis Balompié (1967-1968) y conseguir el ascenso a la máxima categoría de forma consecutiva con los béticos (1970-1971) y el Real Zaragoza (1971-1972).

Tras obtener el carnet de entrenador nacional en 1972 y colgar los guantes en 1975, fue el primer coordinador de la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza, fundada en 1974 por José Ángel Zalba, entonces presidente del club aragonés y entre 2002 y 2004 gestor del CD Logroñés, en estado de liquidación. Además, subió a Primera a la UD Salamanca (1981-1982) y Segunda a la SD Huesca (2007-2008). Descanse en paz.