Del 4 al 17 de junio de 1981, siendo presidente Cesáreo Remón, el CD Logroñés hizo una gira por Puerto Rico, cuando jugaba en Segunda División B, invitado por Quique Jiménez, que fuera productor del café Yaucono, y el doctor José Manuel Torres. “En aquella época, era algo impensable para un equipo de nuestra categoría”, me cuenta Yayo, “pero en esos años hicimos cosas muy importantes sin tener una perra”.

Según la prensa, fueron ‘unas verdaderas vacaciones’, pese a que el Logroñés disputó cuatro partidos en doce días. Valderrama y Alonso no pudieron viajar por lesión, mientras que Lotina casi se queda en tierra. “Me pusieron pegas con el pasaporte porque no había hecho la mili”, me comenta desde Osaka (Japón). “Casi no me lo dan. Tuve que tirar de enchufe. Lo logré por medio de un militar amigo de Cesáreo Remón”.

La expedición riojana estuvo alojada en el Hotel Palace, de San Juan, donde Tomás tuvo que ser atendido por un médico. “Tuve anginas”, me dice desde Burgos. “Me mandaron un antibiótico y que estuviera, al menos, un par de días en la cama. Como era muy joven, me aburría ahí encerrado y me escapé con los compañeros a disfrutar de la noche. Y estando en un bar de copas me pilló el entrenador, que era Fuertes”.  

El Logroñés jugó el primer partido en Guayama y los otros tres en San Juan. “No perdimos ninguno”, me narra Pacheco desde Santander, “y pasamos unos días maravillosos ahí. Cuando regresamos a Bretón de los Herreros, que es donde estaba entonces la sede del club, bajamos del autobús con los sombreros típicos de paja en la cabeza y parecíamos los últimos de Filipinas. Teníamos una pinta innoble”, concluye entre risas.