Carlos Guinea, que fuera portero del CD Logroñés en los años 50, murió ayer a los 93 años y deja un gran vacío en los antiguos aficionados, pues era uno de los exjugadores blanquirrojos más veteranos. Aquí vino en 1953 procedente del filial, el Club Recreación Logroño, y jugó cuatro temporadas en Segunda División, hasta 1957. Era un portero que destacaba por su “habilidad y decisión” bajo los palos, según la prensa.

Hoy se abre el mercado de fichajes de verano del fútbol español y me viene a la memoria uno “de lujo”, en palabras del informador deportivo Tomás Santos, que hizo el CD Logroñés el 6 de junio de 1978: el del delantero vizcaíno Miguel Ángel Lotina, que era el máximo goleador del grupo II de Tercera División y “una buena adquisición sobre el papel”, a juicio del también informador deportivo Felipe Royo, como luego se vio.

La Federación Extremeña de Fútbol rindió ayer en Mérida un merecido homenaje a Adolfo Muñoz, que fuera jugador del CD Logroñés desde 1986 a 1990, por su larga carrera como entrenador de equipos de Extremadura, como el CD Badajoz, con el que consiguió el ascenso a Segunda División B en 2010; el CF Villanovense, el Extremadura UD o el CP Cacereño, al que hizo campeón de la Liga de Tercera en 2017.