La temporada 1986-1987 fue muy fructífera para el CD Logroñés, pues, al ascenso del primer equipo a Primera División con Chuchi Aranguren en el banquillo, hubo que sumar el del filial, entrenado por Use Apellániz, a Tercera y el del juvenil, a las órdenes de Antonio Hidalgo, a categoría nacional. Fue una temporada redonda, con “un sueño muy largo”, en palabras de Joaquín Negueruela, “que, al final, tuvo un despertar feliz”.