El CD Logroñés al completo se dio un baño de multitudes por las calles de Logroño tras conseguir el ascenso a Segunda División el 27 de mayo de 1984 ante el Osasuna Promesas. Los jugadores recorrieron la ciudad montados en un autobús y fueron aclamados por los aficionados. Luego, hubo una cena en el Restaurante La Tapiada y baile en el Pub Robinson hasta el amanecer. Ya han pasado 37 años, pero no se ha olvidado.