1982-1983: el revulsivo que necesitaba
El CD Logroñés estuvo muy por debajo de lo esperado en la temporada 1982-1983 a las órdenes del entrenador vizcaíno Pedro María Uribarri (13º clasificado en la Liga de Segunda División B y “con riesgo de descenso”, según el informador deportivo Tomás Santos), hasta que, a falta de diez jornadas para el final. encontró en el gallego Delfín Álvarez el revulsivo que necesitaba cuando comenzaba a languidecer, terminando el 7º.
Las cosas no empezaron bien con Uribarri en el banquillo. El Logroñés tardó cinco jornadas en lograr su primera victoria y solo consiguió ganar seis partidos en la primera vuelta. El equipo no carburaba y, en esas circunstancias, trascendió la falta de entendimiento entre el técnico y los jugadores, molestos con sus duros entrenamientos, así como el fuerte enfrentamiento que mantenía con Cesáreo Remón y sus directivos.
El 14 de marzo de 1983, Uribarri fue cesado por los malos resultados del Logroñés y sus declaraciones a la prensa “ofensivas” hacia la junta directiva. “Se lo ha ganado a pulso”, escribió Tomás Santos en el periódico al día siguiente. “Ha sumergido al equipo en una penosa situación, con pocas posibilidades de jugar siquiera esa migaja que supone la Copa del Rey”, si lograba clasificarse entre los diez primeros.
Delfín Álvarez había dirigido al Pontevedra CF la temporada anterior, estaba sin equipo y aceptó la oferta. “Pienso que será un revulsivo”, dijo Cesáreo Remón, y la verdad es que se produjo un cambio favorable con él al frente de la plantilla, con seis victorias, dos empates y otras dos derrotas en las últimas diez jornadas de la Liga, que permitieron cumplir el objetivo fijado. “Cosa que muchos no esperaban”, dijo el entrenador.
Liga (Segunda División B): 7º, 40 puntos. 13 partidos ganados, 14 empatados y 11 perdidos. 44 goles a favor y 35 en contra. Copa del Rey: dieciseisavofinalista. 2 partidos ganados, 2 empatados y 2 perdidos: 6 goles a favor y 6 en contra. Copa de la Liga: semifinalista. 3 partidos ganados, 1 empatado y 2 perdidos. 14 goles a favor y 8 en contra.
Porteros: Bernabé (2 partidos/-2 goles) y Rodolfo (49/-47). Defensas: Pita (50/5), Curto (3/0), Sanz II (14/0), Pablo (43/0), Ordoqui (45/5), Colás (9/0) y Aguirre (2/0). Centrocampistas: Eraso (47/2), Sanz (43/10), Melero (10/0), Güembe (50/6), Valen (17/0), Chechu (49/4), Sisamón (1/0), Mendilibar (49/7), Sarrías (2/0) y Bacaicoa (3/0). Delanteros: Viguera (21/4), Raúl (44/7), Santolaya (37/6), Ruiz (34/5) y Fernández (9/0). Entrenadores: Pedro María Uribarri Uriarte y Delfín Álvarez Núñez. Masajistas: Manolo González y José Luis Ruiz. Presidente: Cesáreo Remón Armas.
Altas: Bernabé (CF Talavera), Rodolfo (Sestao SC), Sanz II (CDE Calasanz), Pablo (Valladolid CF), Ordoqui (San Sebastián CF), Colás (CD Logroñés Promesas), Aguirre (CD Leonesa), Chechu (Deportivo Alavés), Sisamón (CDE Calasanz), Mendilíbar (Bilbao Athletic Club), Sarrías (CD Logroñés Promesas), Bacaicoa (CD Logroñés Promesas), Raúl (CD Logroñés Promesas), Ruiz (CDE Calasanz) y Fernández (Atlético Calatayud CF). Bajas: González (CD Castellón), Vicente (CD Mirandés), Valderrama (retirado), Villar (CD Mirandés), Yustes (retirado), Martín (CD Binéfar), Llanes, Tasio (SD Huesca), Tomás, Alonso (retirado), Lasaosa (CD Tenerife), Martín II (Palencia CF) y Sebas (Orense CF).
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